Organiza tu dormitorio

1. Revisa todo lo que hay en el dormitorio. Sácalo todo. TODO. Y si hay prendas u objetos desperdigados por el suelo, recógelos y  llévalos a su lugar.
   
2. Decide lo que sirve, lo que no,  lo que no pertenece al dormitorio y lo que es mejor donar o tirar. Seguro que descubres muchos objetos que deberían estar en otra habitación. Si hubiera tazas y vasos llévalos ya a la cocina. 
   
3. La ropa sucia ¡ya estás tardando en echarla a lavar! La ropa que no sea para lavar y que lleva no sé cuántos días amontonada y sin doblar, guárdala (o vuélvela a planchar si es que está muy arrugada). 
   
4. Los productos de maquillaje o de higiene llévalos al baño o al lugar donde deban guardarse. 
   
5. Haz una limpieza en profundidad. Techos, suelos, puertas, cortinas. Te sentirás mucho más a gusto organizando el espacio sabiendo que está impecable.

Puedes utilizar la superficie de la cama para poner los objetos que sí vayan a quedarse en el dormitorio antes de empezar a ubicarlos en su lugar definitivo.

Elige siempre una mesita de noche que, por muy sencilla que sea, tenga espacio de almacenaje. Que al menos tenga un cajón arriba y una estantería o armarito abajo. Ahí  deberías tener sólo lo imprescindible que utilices por la noche al acostarte o por la mañana al levantarte.

Mantenlo siempre ordenado para poder encontrar lo que buscas: el libro que estás leyendo, la crema de manos o la barra de cacao, los tapones para los oídos o lo que sea que siempre necesites tener a mano junto a la cama. En la parte superior que reine el orden. Pon sólo la lámpara, el despertador y como mucho una foto. No querrás tenerlo lleno de cosas. Incluso la lámpara yo sería partidaria de ponerla en la pared y así queda aún más despejada.

Ni que decir que debemos hacer la cama todas las mañanas. No hay cosa que peor sensación dé, incluso para uno mismo, que  entrar en un dormitorio y ver la cama sin hacer. 

Pero las camas no son sólo para dormir. El espacio de detrás, debajo y en el cabecero pueden ser lugares estupendos de almacenamiento.  Bajo la cama puede ser un lugar perfecto para guardar cosas que no utilices habitualmente como la ropa de otra temporada, zapatos que sólo usas de vez en cuando, … pero procura siempre utilizar contenedores o cajas de fácil utilización por ejemplo con ruedas y  que no se convierta en tu trastero.  Identifica con etiquetas el contenido de cada caja para no perder tiempo rebuscando si tienes más de una. Y recuerda que es fundamental cada cierto tiempo sacarlo y ¡pasar la aspiradora por ahí!

También hay camas con espacio para almacenar levantando el somier. Aprovéchalo bien y utilízalo para guardar mantas, sábanas o ropa de otra temporada. O puedes mandar hacer (o hacértelo tú mismo si eres muy manitas) un cabecero con una cierta profundidad con tapa,  con espacio para almacenar. 

Ya os hemos explicado cómo puedes organizar tu armario. Pero es fundamental que la ropa que te quites cada día la guardes en el momento. Si hay que lavarla ponla directamente en el lugar de la ropa sucia. Si la puedes volver  a llevar, cuélgala de nuevo. Si está lo suficientemente limpia para volver a vestirse está lo suficientemente limpia para volver al armario. Y sobretodo, no la acumules sobre una silla. No hay nada peor que ver la ropa como se va acumulando día a día. Cada vez dará más pereza ordenarla.

Aprovecha la pared y cualquier espacio vertical. Pon estanterías si te falta espacio de almacenaje y utilízalas para guardar ahí más cosas.

En mi caso mi dormitorio es muy pequeño. Tanto, que sólo había un pequeño armario que utilizaba mi marido y yo tenía que guardar mi ropa en otra habitación. Con la llegada de mis hijos fui perdiendo mi espacio y era necesario buscar una fórmula en el dormitorio para mi ropa. Había que sacrificar algo para dejar hueco para otro armario para mí. La solución: deshacerme de las mesitas de noche y a cada lado de la cama hacer dos pequeños armarios. Uno para lo de colgar y otro con estanterías. Sé que tener mesita de noche es muy práctico pero había que elegir. ¡Y una cosa menos que ordenar! 

Si tu Dormitorio es pequeño se creativo y busca fórmulas sencillas para tenerlo todo bien organizado. No necesitamos tener tantas cosas ahí.

Y mantén ese orden: cada mañana, dedícale cinco minutos a dejar tu dormitorio a punto. Una cama se puede hacer en un par de minutos, colgar la ropa, toallas o llevarlas a lavar son otro par. Retira los objetos que no pertenezcan allí. Si te centras en ello, son solo cinco minutos, pero ganarás una sensación de bienestar que te hará sentir muy bien para empezar el día.

¿Tienes algún truco para mantener tu Dormitorio siempre organizado? Cuéntanoslo. Déjanos tu comentario aquí abajo y comparte con todos tus mejores trucos.