Cómo organizar tus Libros para poder disfrutarlos
Los Libros son para disfrutarlos. No para que guarden polvo en una estantería. ¿A todos los libros que están en la estantería les tienes cariño? ¿Qué pasa cuando buscas un libro y quieres localizarlo rápidamente? ¿Sabes dónde está exactamente? Un porcentaje muy alto de gente organiza sus libros en las estanterías de forma completamente aleatoria o no los organiza de ninguna manera, lo que supone perder un tiempo precioso cuando buscas uno, acumula libros porque sí sin una razón concreta o no sabe qué libros tiene llegando a adquirirlos varias veces sin darse cuenta. Si tienes una buena colección de libros organízalos y disfruta de su lectura.
En AorganiZarte te damos muchas sugerencias para hacerlo ¡sin que eso signifique que los libros desaparezcan!
Primeros pasos
Vacía todas las estanterías ¡TODAS!. Saca todos los libros y centralízalos todos en una única zona. Necesitarás un espacio amplio y cómodo para ir dejándolos. Aprovecha para limpiar las estanterías y los libros cuando los vayas sacando. Una idea es pasarles la aspiradora con el aplicador que tienen siempre para ello. Es como un pequeño cepillo que se añade al tubo de aspirar.
Una vez tengas absolutamente todos los libros de casa en un único lugar es momento de clasificarlos según la categoría que mejor te convenga. Haz montones sobre el suelo al ir clasificándolos. Puedes escribir en una hoja el nombre del grupo y colocarlo sobre el suelo para no perderte. Así te irás haciendo una idea de la cantidad que tienes por cada grupo en tu clasificación.
¿Cómo decidir qué libros mantener?
Mientras sacas cada libro de la estantería comienza un proceso de decisión que para algunas personas no es fácil pero que recomendamos. Decidir si mantienes o no ese libro. Hay personas que se niegan a deshacerse de sus libros. Pero no todos los libros te producen un gran placer mantenerlos ni te traen buenos recuerdos como para volver a leerlos. Es cierto que mucha gente está emocionalmente atada a los libros por eso es un proceso lento y hay que hacerlo poco a poco.
Me encanta leer aunque en los últimos años desde que llegaron los niños me cuesta encontrar el momento. Pero esto hizo que, a lo largo de los años, entre mi marido (que devora los libros) y yo, acumuláramos una cantidad enorme de ellos. Y en una casa pequeña como la nuestra ya no había sitio para más. Había que buscar una solución para que aquello no pareciera la biblioteca municipal. Y ¿no os pasa que muy pocas veces vas a la estantería a buscar libros que ya has leído? Casi siempre compro o tomo prestado uno nuevo.
La primera solución fue regalarnos a cada uno un e-book. A partir de ahora ahorraríamos en libros, porque son un poco más baratos, y no ocuparían más espacio físico.
La segunda solución, especialmente para mis hijos, fue ¡no comprar más libros de niños! El presupuesto era enorme cada mes y ya no había más sitio en su dormitorio. Tenemos una biblioteca maravillosa al lado de casa y desde hace un año vamos cada semana, cogen tres o cuatro libros cada uno y a la semana siguiente los cambian. Mucho más barato, más ecológico y más espacio en su cuarto. Esto les ha enseñado desde muy pequeños la importancia de cuidar los libros, sobre todo si no son tuyos, y a ahorrar.
¿Pero qué hacer con los que ya teníamos en doble y tercera fila, en el salón, dormitorios y hasta en la cocina? Era necesario ser implacable y darnos cuenta que no todos los libros que poseíamos nos producía satisfacción tenerlos. Era acumular por acumular. Preparamos una gran caja para DONAR y nos pusimos manos a la obra.
Criterios para decidir qué libros donar o tirar
Los criterios que seguimos para deshacernos de muchos de nuestros libros y quedarnos sólo con los que de verdad nos produce satisfacción mantener fueron:
- Los libros técnicos que ya estaban desfasados directamente al punto limpio. Pueden ser de Derecho cuyas leyes ya ni existan o de informática que ya estén superados y otros.
- Libros que yo llamo “de aeropuerto”. Son libros de bolsillo, sin ninguna importancia, que te compras en lugares como el aeropuerto cuando no tienes nada que leer. Que los lees pero no te producen grandes emociones. Un buen montón a la caja para DONAR.
- Libros repetidos. Parece mentira, pero a veces se nos olvida los libros que ya tenemos y los volvemos a comprar o nos los regalan y nos da pena deshacernos de ellos. ¡A la caja de DONAR!
- Libros que no nos gustaron nada o que no fuiste capaz de terminar. Igual a alguien sí que le apetece leerlo. Cumplen el criterio de entrar en la caja de DONAR.
- Libros infantiles que ya no leen. Por intentar fomentar la lectura en los niños acaba la casa invadida por sus libros. Pero cuando van creciendo y se les va pasando la edad para ciertos libros ¿por qué no dejar que otros niños los disfruten? Guardamos aquellos que nos producen más ternura y buenos recuerdos. Los demás a la caja de DONAR.
- Libros que no habíamos leído y que siempre nos ha dado pereza empezar. Si tienes libros sin leer desde hace siglos se sincero contigo mismo y pregúntate por qué. Probablemente a alguien sí que le apetecerá leerlos. ¡DONAR!
- Libros de cocina … me gusta cocinar pero no hay vida suficiente para cocinar todas las recetas de tantos libros de cocina que fui acumulando. Sabía que habría gente que los aprovecharía más que yo. Me quedé con menos de la mitad.
Hay personas que después de leer un libro les gusta volver a leerlo o tenerlo para futuras referencias. Pero otras leen un libro y ya está. No vuelven a él nunca más. Piensa qué tipo de persona eres y si no vas a volver a acudir a ese libro, dónalo.
¿Dónde o a quién DONAR los libros?
Existen muchas formas para hacer llegar los libros a quien vaya a disfrutarlos.
En nuestro caso:
Recolocarlos en las estanterías
Solemos tener muchos libros y poco espacio en las estanterías por lo que es importante aprovechar ese espacio al máximo.
Si las estanterías son profundas una idea es colocarlos en doble fila. Podemos poner un alzador en los de atrás para poder ver parte del lomo y saber qué libros son. Si no quedarán escondidos y será como si no existieran.
Cómo categorizar los libros
Lo importante cuando vuelvas a colocar los libros es que los clasifiques según tu lógica y el sistema que mejor te convenga para localizarlos rápidamente. Aquí te contamos algunos sistemas de clasificación para que te ayude a elegir el tuyo:
- Por orden alfabético de autor (apellido). Este sistema sería el más lógico siempre que conozcas el nombre de todos los autores de los libros que tienes. No siempre es el caso.
- Por género. Este es el sistema que mejor va a los que encuentran difícil recordar los nombres de los autores. Además te ayuda a encontrar los libros que quieres leer según el momento y estado de ánimo: drama, románticos, historia, técnicos, misterio, infantiles, juveniles, arte, diseño, hobbies, salud, biografías, cocina o cualquier género que para ti tenga sentido.
- Por orden cronológico. Dentro de un mismo género puedes clasificarlo también por orden de fecha. Por ejemplo, los libros de historia o de arte pueden ir desde Egipto, la Antigua Grecia, Roma, Edad Media, etc.
- Combinados. A lo mejor te gusta clasificar algunos libros por género y otros por orden alfabético. Se pueden combinar sistemas si eso te facilita localizarlos mejor.
- Por leer. Tenemos libros pendientes de leer que se quedan mezclados con los ya leídos y olvidamos que están ahí. Si tenemos una sección de los que no hemos leído, cuando terminemos el que estamos leyendo podemos ir directamente a ese grupo y coger el siguiente que nos apetece. Así evitamos gastar en nuevos libros cuando aún tenemos otros pendientes.
Préstamos
A veces nos cuesta prestar libros por miedo a no volverlos a ver. Pero es cuestión de organizarse y saber siempre en qué manos han caído. Los libros son para leerlos y no está de más prestarlos a personas que sabes que los van a cuidar. Ten en la estantería un cuaderno donde anotes siempre qué libros has prestado, a quién y en qué fecha. De esa manera sabrás siempre donde están y cuando es buen momento para pedirlo de vuelta, sin ningún pudor. Al fin y al cabo son tuyos.
Considera también poner una etiqueta en el libro con tu nombre para que la persona que lo ha tomado prestado sepa siempre a quién pertenece y recuerde que debe devolverlo. Muchas veces no devolvemos los libros porque no sabemos quién nos lo prestó.
Lo mismo puedes hacer con un libro que tú hayas tomado prestado. Anota en el cuaderno a quién pertenece y la fecha en que te lo prestaron para devolverlo en cuanto lo termines.
Recomendaciones para cuando te pongas a organizar tus libros
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Haz diversas pausas. Cuando estás tan concentrado entre tantos libros puede ser agotador.
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Ponte el cronómetro. Dedica 15 o 20 minutos (no más de media hora) enfocado en lo que haces y luego haz esa
pausa.
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Hidrátate. Los libros cogen mucho polvo y junto al cansancio te hará deshidratarte. Ten un vaso a mano con una jarra de agua
y te ayudará a mantenerte enfocado.
- Da rienda suelta a los sentimientos. Te encontrarás con libros que te producirán diferentes emociones. No intentes controlarlas. Déjate llevar por los recuerdos y por lo que leer esos libros te produjeron. Eso te ayudará también a decidir qué hacer ellos.
- Lleva los libros que vas a donar, cuanto antes, a sus futuros dueños. No dejes que la caja se quede ahí permanentemente. Ese es un error muy común y te hace sentir que tienes una tarea pendiente durante meses.
Recuerda. Los libros no aparecieron de repente. Han tardado años en acumularse. Por ello ten paciencia y date tiempo para dejarlos todos bien organizados. Si no tienes mucho tiempo unos ratitos a la semana aprovéchalos para ir dejando de lado los libros que ya no te interese mantener. Esto hará que en breve tengas todos los libros en casa bajo control y te deje una enorme sensación de alivio y calma.
¿Tienes tu algún truco para organizar tus libros? ¡Cuéntanoslo dejando tus comentarios!
Y en este post encontrarás trucos para que los libros no se acumulen en casa nunca más.
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