El baño

Lo primero de todo, como siempre os recomendamos, es ir vaciando todos los armarios, estantes, encimera o cajones del baño. No te olvides de ninguna zona del baño, incluida la bañera.

Lleva a su sitio todo lo que no pertenezca al baño pero que, no sabes cómo, ha aparecido por ahí. Y ten a mano un cuaderno y un bolígrafo para apuntar aquello que veas que falta y que debas comprar o que veas pendiente de arreglar.

TIRA:

• Todo lo que haya caducado, las medicinas recuerda llevarlas al punto SIGRE de tu farmacia. Deshazte de los cosméticos que han pasado la fecha desde su apertura y que ya no son efectivos. En todos suele indicar el nº de meses que puedes mantenerlos desde la apertura. Puedes poner una etiqueta pequeña indicando la fecha en la que lo abriste y así no se te olvida. Generalmente la sombra de ojos son seis meses, el maquillaje un año y las barras de labios dos años. Pero estate atento a los productos más naturales cuya duración es más corta.

• Los paquetes que ocupan mucho espacio y cualquier envoltorio que no sirva.
• También, por ejemplo, podemos llegar a acumular muchísimos accesorios para el pelo y muchos están estropeados, viejos o no los usas. Gomas que están dadas de si, pinzas que les faltan dientes, horquillas oxidadas, …
• Las cestitas de popourri, velas viejas que sólo sirven para acumular polvo y todas esas bolitas y sales de baño que te regalaron y nunca usaste. ¿Por qué no dárselo a alguien que de verdad lo disfruta? Yo nunca me baño. Siempre me ducho. Así que esas cosas se las doy a mi hermana que sé que lo va a usar y le gusta darse baños relajantes. ¿Para qué guardarlas?

REGALA:

Todo lo que no uses que aún esté bien y le pueda hacer falta a alguien que conozcas. 

MANTÉN:

Sólo lo que realmente utilizas y está en buen estado.

Cuando esté cada zona vacía límpiala bien a fondo. Y es importante mantenerlo. Ten a mano un paquete de toallitas limpiadoras de baño para pasar una cada mañana cuando termines de arreglarte.

Lo habitual es que debas arreglarte cada mañana en el menor tiempo posible. Para ello es fundamental que lo tengas todo a mano y localizado. Que no tengas que perder el tiempo indagando en decenas de bolsas, neceseres o cajones. Ya sabes nuestro lema: cada cosa debe tener su lugar.

ENCIMERA

 Puedes dejar sobre la encimera del lavabo lo esencial que usas a diario como el jabón o el cepillo de dientes. Pero procura que la mayor parte de cosas estén guardadas y que esté súper despejada. Si hay algún consejo que queremos transmitir, es este. No hay nada más relajante al levantarte por la mañana que un baño despejado. 

ORGANIZADORES

Puedes tener los maquillajes en un organizador transparente para acceder a ellos cada mañana de forma inmediata.

 DUCHA O BAÑERA

En la ducha, si no cuentas con estanterías para colocar los productos, utiliza una estantería de colgar. Las hay muy prácticas. Ten cuidado con las de metal pues muchas se oxidan con el agua.

ARMARIOS

Puedes utilizar cestas para contener productos grandes o que no se usan habitualmente, extras de champú o gel que compres al por mayor (si tienes espacio para guardarlo) o utensilios que no quieres que estén sueltos. Por ejemplo para guardar el secador, las pinzas alisadoras, neceseres vacíos. Guarda sólo los necesarios. No tengas 10 neceseres cuando sólo utilizas 2. Incluso las toallas más pequeñas puedes apilarlas en unas bonitas cestas. También el secador y otros accesorios los puedes tener a mano con un organizador de pared.

PAPEL HIGIÉNICO

 No lo escondas. Guárdalo a mano y no en otro lugar de la casa. Te será más útil cuando se acabe el rollo y lo puedas reponer en el momento ☺

No se trata de tener un baño de revista. El mío no lo es. Se trata de que sea práctico y te dé calma. Que te ayude cada mañana a empezar bien el día.

Si te viene la idea de que no pasa nada por tener unos cuantos botes de más aunque no los uses … ¡NOOOO! Quítatelo de la cabeza. Sí que pasa. Es una enorme diferencia para tu bienestar, tu ánimo y te ayudará a eliminar frustraciones cuando busques algo y lo encuentres a la primera. Cuanto más simplifiques el baño mejor te sentirás al entrar en él.