El estudiante organizado

Es importantísimo saber a dónde quieres llegar. Y para cumplir esos objetivos es fundamental dividirlos en pequeñas tareas. Si no divides tus objetivos, te resultará agobiante intentar llegar porque seguramente cada objetivo por sí solo al principio parezca difícil de alcanzar. Un ejemplo. Mi objetivo es aprobar con buena nota el examen de contabilidad que es dentro de 10 semanas. Para ello debo, no sólo asistir a clase sino dividir el temario en pequeñas secciones, completar los ejercicios de cada sección, estudiar bien la teoría para cada ejercicio, buscar información adicional para cada sección para completarla, buscar ejemplos concretos de cada sección, y muchas otras tareas que pueden ir surgiendo. Si poco a poco y cada día voy cumpliendo pequeñas tareas, cumpliré el objetivo que me había propuesto.

Ya sea en papel o digital te servirá para anotar todo lo que debes ir haciendo, las tareas que terminar y te servirá para planificar tu estudio diario. Especialmente necesario para ir añadiendo la lista de tareas en que has dividido tus objetivos. Anotándolo todo te aseguras de estar super organizado y que no se te olvide nada importante que debas terminar. Yo nunca usé una agenda en la universidad. Me habría sido tan útil …

Es muy útil tener escrito en un lugar todo aquello que debes terminar ésa semana y ése mes, que lo puedas ver en su totalidad de un vistazo.  Te permitirá planificar mejor. 

• Incluye las fechas para cada examen y cada proyecto que debes presentar y calcula hacia atrás para saber cuándo debes empezar a prepararlo. 
• Recuerda también anotar otras actividades, ya sean lúdicas pues te mantendrán alejado de los estudios durante unas horas (fiestas, conciertos, salidas al teatro, salidas con amigos, etc.) o extraescolares  (deporte, clases de cocina, ensayo teatral, yoga …), también el tiempo para el transporte, para comer, para arreglarte, y verás el tiempo real que te queda para ESTUDIAR.
• Incluye las horas que cada día puedes dedicar a estudiar (revisar, finalizar deberes, adelantar proyectos, etc.) Si eres un estudiante a tiempo completo al menos debes dedicar 40 - 45 horas semanales a clases y a estudio independiente. 
• Conócete bien y define a qué hora es cuando te es más fácil concentrarte. Por ejemplo, yo siempre he sido una persona de mañanas (todavía lo soy) y me era mucho más sencillo estudiar muy temprano, sin embargo a partir de las 7 o las 8 era incapaz porque me entraba un sopor horrible. 
• Recuerda que se tarda más tiempo en estudiar algo de lo que en un principio te piensas. Deja tiempo suficiente para cada tarea que te pongas como objetivo. Y si te propones terminar un tiempo antes de la verdadera fecha no llegarás con la lengua fuera.
• Prioriza según la importancia de cada tarea y según la fecha en que lo debes terminar.
• Deja tiempo para divertirte. Esto es tan importante como estudiar … ¡Pero sólo si realmente has estudiado, por supuesto!

Un sistema que te ayude a guardar todas tus notas de manera organizada. Si eres más de papel una carpeta archivadora te permitirá guardar todo tipo de notas en cada asignatura. Si eres más digital y vives pegado a tu portátil utiliza alguno de los recursos como OneNote  que podrás sincronizar en otros dispositivos y compartir con otros compañeros. Permite crear todas las carpetas y archivos que necesites para cada asignatura.

Emails o teléfonos tanto de compañeros de estudios como de profesores, biblioteca, secretaría,  etc. para no perder tiempo si necesitas cualquier información.

Hay muchos momentos en que te sentirás sin ningunas ganas de estudiar. Es muy comprensible. La motivación es algo muy personal y debes buscarla. No llega sola de repente. Sé muy estricto contigo mismo y establece la rutina diaria de estudio para que cuando llegue esa "desmotivación" tengas tan interiorizada esa rutina que avanzarás incluso sin ganas y te será más fácil terminar tus tareas.  No serás tan consciente de que "no te apetece". Ponte una música que te ayude como la de Spotify Intense Study, coge tu lista de tareas y empieza por lo que menos te cueste. Esto hará que tu cerebro se active y comiences a concentrarte. Luego sigue con lo que te cueste más. Habrás cogido ritmo. 

Ya se que es lo que siempre te dicen tus padres  ... ¡pero es que está comprobado! Si repasas diariamente lo hecho en el día o el día anterior como completar notas, revisar lo que no se entiende bien e ir con las preguntas al profesor, ordenar los apuntes, hojas, fotocopias que te han entregado, etc. además de no necesitar dedicarle demasiado tiempo te costará mucho menos preparar los exámenes ¡Mucho menos!

Unos minutos para leer lo que se va a tratar en clase mañana, te servirá para que cuando lo escuches lo entiendas mejor y te será mucho más fácil aprenderlo. Además te permitirá preguntar en el momento lo que no entiendes pues muchas veces hasta que no te pones a repasar no te das cuenta de las dudas que tienes.

Cuando un profesor te corrige un examen y te comenta los fallos que has tenido o lo que debes mejorar, cómo hacer un determinado tipo de ejercicio, o como responder a determinadas preguntas anótalo rápidamente para que no se te olvide. Eso te ayudará en el futuro a no cometer los mismos errores y a saber lo que el profesor te pide.

Seguro que hay más trucos para hacer que un estudiante se organice mejor y consiga pasar bien el curso. Estás son las principales y si las sigues de esta manera lograrás llegar sin agobios al final de curso. ¡Estás a tiempo! Acaba de empezar el trimestre y tienes muchos meses hasta el final de curso. ¡Planifícate bien y a por ello!

Aunque estas recomendaciones las damos para estudiantes más mayores también los más jóvenes pueden comenzar poco a poco acostumbrándose a estas rutinas. Pero si quieres conocer algunos trucos prácticos para estudiantes más pequeños recuerda nuestros artículos pasados y otros trucos que hemos publicado.