Frenemos este consumo tan absurdo
Mañana se celebra el tan aclamado Black Friday, una jornada que hemos importado de los Estados Unidos, en donde tras dar las gracias por lo que tienen (Thanksgiving Day) se lanzan en masa a comprar algo de lo que necesitan y mucho de lo que no necesitan. Hace 5 años ¿Habías oído hablar del Black Friday? Es algo súper reciente pero que ha calada de una manera impresionante en nuestra sociedad. Suele conllevar un consumo absurdo de cosas que nunca nos habíamos planteado comprar. ¡Si hasta me acaba de llegar un email con ofertas del Black Friday de mi carnicería! No sé si comprar solomillo para el viernes que viene con un 20% de descuento… No me lo había planteado pero ¿si nos lo ponen de oferta...?
Y todo esto llega justo antes de la fiebre de las compras de Navidad. Otro momento en que desvariamos y en lugar de celebrar, sobrevivimos. En vez de esperar a que lleguen unas fechas tan bonitas, las tememos por lo que conlleva de gasto, preparativos o compromisos. No hay manera de frenar esta rueda de consumo absurdo que llena nuestras casas de objetos que no necesitamos, que no queremos y que seguramente muchos acabarán en un armario o en un trastero en breve. No nos damos cuenta de lo que supone, no solo por el gasto económico, sino por el consumo de energía en producirlo, la contaminación al deshacernos de ello, porque el marketing funciona y caemos, comprando mucho más de los que nos habíamos propuesto inicialmente.
¿Y si nos propusiéramos resistir este año y darnos de baja del Black Friday? No comprar absolutamente nada que no sea indispensable y si hay que regalar algo, hacerlo en comercio de proximidad, y aún mejor, regalemos experiencias. Unas entradas para el cine o un concierto, cocinar una cena a la luz de las velas, un anochecer en la playa, un masaje relajante … No pienses que por muchos objetos que regales a alguien vas a demostrar más tu afecto. En cambio, las experiencias adecuadas, que sepas que pueden hacerle pasar un buen rato, se quedarán para siempre en su memoria.
Así que os animamos a replantearos el Black Friday y considerar antes si ir de compras no necesarias es la mejor forma de invertir vuestro dinero, vuestro tiempo y el espacio y desorden que en muchos casos puede comportar el llenar nuestras casas y armarios de más objetos y prendas “con descuento”.
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Rokayah (jueves, 23 noviembre 2017 12:33)
Yo estoy dada de baja...no me la cuelan!! Buen artículo.
Nana (jueves, 23 noviembre 2017 12:38)
Completamente de acuerdo. Nunca he comprado en estos días. Tenemos una obsesión con todo lo americano.... A no tardar celebraremos el Día de acción de gracias.