Tras Marie Kondo viene la calma. Cómo evitar el efecto rebote
Si has visto la serie de Netflix ¡A ordenar con Marie Kondo!, y sobre todo si has conseguido ver todos los capítulos – ¡nivel master! – es muy posible que te haya entrado el gusanillo de ordenarlo todo, y especialmente tu armario, y/o el de tu pareja, y/o el de tus hijos, o incluso el de tu vecino.
Nosotras los hemos visto todos – ¡no podía ser de otra manera! – y aunque llevamos tiempo en esto del orden también nos hemos sentido tentadas de darle una vuelta al armario o a ese cajón de camisetas. Y confieso que mientras escribo veo por la ventana una habitación de mis vecinos y me dan ganas de irme a ordenar esa estantería llena de libros apilados. Así a ojo, calculo que hay muchos más de 30, ¡que osadía!
Bromas aparte, nos encanta que Netflix haya programado la serie de Marie Kondo sobre todo porque ha puesto sobre la mesa la importancia del orden. Ha conseguido que se hable y mucho, de organización, y que se visualice la figura del Organizador Profesional. Son muchos los artículos sobre Marie Kondo, sobre su método y sobre la serie, algunos para alabar sus virtudes, otros con una visión crítica destacan sus puntos fuertes y también señalan sus puntos débiles. Y también se han desatado las críticas y las alabanzas al caos, al desorden, a la creatividad que surge en entornos caóticos, etc …
Obviamente somos unas convencidas de que el orden en todos los aspectos de nuestra vida contribuye a que disfrutemos más de lo que tenemos, a que aprovechemos mejor nuestro tiempo y podamos realizar todo lo que nos proponemos sin agobios y estrés. Simplificar es clave por supuesto, pero cada uno debe ser capaz de poner sus límites y en nuestra opinión no hay números mágicos a mantener como mantras.
Si después de ver a Marie Kondo te ha dado por ordenar tu armario, tu salón, tu cocina, o ese trastero lleno hasta los topes ¡enhorabuena! Es el primer paso. Pero como en las dietas, el efecto rebote te acecha, y después de ese vendaval que ha sacudido tus estancias y espacios y que se ha traducido en un montón de bolsas de pertenencias a donar, reciclar o tirar, viene la calma.
Es posible que en las próximas semanas aún te invada la paz y se te dibuje una sonrisa en la cara cuando abras el armario y veas las camisas perfectamente alineadas. Pero poco a poco dejarás de abrazar tus prendas para confirmar que te siguen proporcionando alegría y simplemente las usarás. Y un día, saliendo con prisa cogerás una de esas camisetas dobladas en vertical, y como no es la que querías ponerte y ya vas tarde, la doblarás de cualquier manera y la meterás en el cajón, y sacarás otra, y luego otra … y el cajón dejará de estar perfectamente organizado …
Por eso hoy, te contamos algunas trucos para evitar el efecto rebote tras una experiencia Konmari:
1. El espacio que ha quedado en tu armario, en tus estanterías o en el trastero NO es para volver a llenarlo. Si aprovechas las rebajas para ir de compras, se consciente de lo que adquieres, haz un presupuesto y piensa qué necesitas realmente. Si compras, piensa si lo nuevo sustituye a algo que ya tenías, y saca algo por cada cosa que entre. Sin presión.
2. Si el doblado vertical no te funciona y no eres capaz de mantenerlo, no te tortures. Organiza tu ropa en horizontal o en pequeñas pilas paralelas, el espacio del que dispones también condiciona como doblar las prendas. Se trata de mantener tus cosas ordenadas y visibles para que sepas lo que tienes y lo uses, no de que tu cajón esté en perfecto estado de revista. Personalmente el doblado vertical me funciona con las bufandas/pañuelos y la ropa para correr, pero no con los jerséis.
3. Si cambiaste cosas de lugar para que cada cosa tenga su sitio, pero ahora no las encuentras, piensa si quizá su ubicación original era la adecuada. Es difícil cambiar hábitos y rutinas, pero si tienen una lógica será fácil mantenerlos. Por eso, si la nueva ubicación de algo no funciona puede que no sea tan lógica, no te empeñes en mantenerla. A la larga perderás más tiempo pensando donde reubicaste algo. Lo mejor es colocar los objetos lo más cerca posible de donde los utilizas habitualmente y siempre junto a lo que pertenece a la misma categoría o tipo. Así será más intuitivo encontrarlos y guardarlos de nuevo.
4. Marie Kondo clasifica por categorías – no las vamos a repetir, seguro que te las sabes de memoria y sobre todo una: “komono” no solo por el curioso nombre sino porque es la que generalmente más nos cuesta. Para evitar el efecto rebote, pon el foco por estancias e incluso dentro de cada estancia, por zonas. Ahora que se te ha pasado la furia organizadora será más fácil si te enfocas por espacios concretos, estancias, aquella zona que no te quedó tan organizada, o la que ya se te ha ido de las manos. En nuestro libro Por fin vas a ordenar tu casa encontrarás ideas por estancias de la casa, así puedes ir directamente al capítulo que te interesa. Si, si, hay otros libros además del de Marie Kondo, y si no quieres que ocupe espacio en tus estanterías también hay versión electrónica.
5. Posiblemente has ordenado solo la ropa de esta temporada. Cuando llegue el cambio de armario repite el proceso. Saca toda la ropa de la próxima temporada, ¡toda!, revisa prenda a prenda – y si te inspira, abraza cada prenda para ver si te da alegría 😊 –. Decide qué te quedas y qué vas a donar/reciclar. Coloca la ropa en los armarios y recuerda el punto 2.
6. Y por último, consulta nuestra Ideas y Consejos para ir creando hábitos, ordenar espacios concretos o simplemente para inspirarte. Para gestionarte mejor, no te olvides que la clave está en la lista de tareas – aviso: otra pausa publicitaria - Si aún no lo tienes, descarga nuestro Ebook: 5 pasos para usar de forma correcta las listas de tareas.
En todo caso, gracias Marie Kondo por poner el orden en boca de todos, al fin y al cabo: Hay solamente una cosa en el mundo peor a que hablen de ti, y es que no hablen de ti.
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